lunes, 11 de agosto de 2025

Banner del Torneo de Blood, Sweat & Cheers

 Esta semana estaré enviando el Banner a mis familiares y amigos para el torneo de BSC. Será con minifguras LEGO. Así me ha quedado el diseño final:



domingo, 10 de agosto de 2025

BSC - Partidas de preparación para el torneo

Como preparación para el gran torneo que se avecina, hoy la arena fue testigo de un minitorneo de 4 jugadores, dispuestos a derramar sangre y sudor.

Primero hicimos una partida amistosa para enseñar el juego a los nuevos Lanistas. Un Sagittarius contra un Hoplomachus. El Sagittarius logro herir al Hoplo causándole 3 heridas, pero el Hoplo le dió la vuelta y le asestó un Golpe Decisivo.

 





Despues, decidimos comenzar directamente con semifinales.

El primer duelo enfrentó a un Murmillo, sólido como muralla, contra un veloz y mortal Thraex. El choque fue breve pero brutal: en apenas ocho minutos, el Murmillo encontró la apertura que buscaba y, con un golpe fulminante, un Golpe Decisivo, selló el destino de su rival.

 



La segunda semifinal trajo un combate más prolongado y tenso. Un Retiarius, armado con red y tridente, trató de mantener a raya al ágil Veles. La red atrapó carne y el Veles sangró, pero su espíritu no cedió. Tras veinte minutos de danza mortal, el Veles halló su momento y lanzó una estocada certera, otro Golpe Decisivo que inclinó la balanza a su favor. (Desgraciadamente olvidamos tomar fotografías del combate)




Así llegó la final: Murmillo contra Veles. Cuarenta minutos de tensión, astucia y resistencia. El Veles retrocedía, buscaba huecos, lanzaba su lanza como serpiente que muerde… pero el gran escudo del Murmillo era un muro impenetrable. Poco a poco, el coloso cerró el cerco, atrapando al Veles y descargando sobre él un Golpe Decisivo que puso fin a la contienda.







En el torneo hubo tres combates, y tres Golpes Decisivos. Tres historias distintas en duración, pero un mismo desenlace: todos los gladiadores sobrevivieron a la tirada de Missio. El público rugió satisfecho, pues la arena había ofrecido espectáculo, emoción y gloria. Y yo, una vez más, recordé por qué me gusta este juego: porque cada combate es único, irrepetible… y digno de ser contado.